Cruzar el charco, la vieja Europa, el paraíso terrenal. La hostia. Café con porras, un trabajito especial, sólo una vez más y después… ¡Serás de los nuestros!

A veces vamos, a veces la vida nos lleva. El objetivo puede estar delante o detrás. Cuando vamos, deseamos, nos ilusionamos, perseguimos un sueño. Cuando la vida nos lleva nos resistimos, tropezamos, avanzamos a traspiés huyendo de la miseria.
Bajo nuestro desangelado sombrero tratamos de camuflarnos, de pasar desapercibidos; Aún no somos nosotros. Aún no tenemos nombre. Sólo una sombra rápida y silenciosa en busca de un alma.

Personaje del primer volúmen de Juego de Tronos, libro que no terminé. Gracias de todas formas, Rocío.

Vida y muerte viajan juntas. En la mochila llevamos siempre una pizca de las dos. A veces muero un poco, pero revivo después. La muerte no es definitiva, todo vuelve a comenzar, de otra forma, en otro sitio, seguimos siendo.

Hacer una foto de mi interior, captar un sentimiento, un estado de ánimo. Liberar la mano dejando que sea el corazón el que hable. Recuperar la ingenuidad del niño, jugar con un vasito de plástico como si fuese el juguete más caro del mundo. Desaprender lo aprendido, romper con la academia, huir de los convencionalismos, bajar la montaña en busca del niño. Recuperar al niño, recuperar al niño, recuperar al niño.